Entre la espada y la pared

Raúl Vásquez Lazo

En pocas palabras se podría decir que todo está conectado, si se mira bien. No todos los indicios son palpables tácitamente como evidencias, por lo que hay que ir a buscar estos fenómenos en sus conexiones, donde ese ser que estamos investigando aparece. Esta es la puerta de entrada de este ensayo psicológico-filosófico que da cuenta de la enfermedad fantasmal de la fibromialgia, donde no hay órganos comprometidos, pero sí una persona que sufre la angustia de no resolver la situación existencial de su “ser en el mundo”. Su historia, al no poder seguir llevándose a cabo por perder su “acceso a sí mismo”, quiebra su identidad, lo que le hace encarnar el dolor en su cuerpo. Por ende, las pistas están echadas, pero cada vida e historia es singular. Hay que seguir el hilo conductor de las huellas del “qué”, el “cómo”, el “cuándo”, el “dónde” y el “para dónde” de su padecer. Es estar entre “la espada y la pared”.

Según el modelo biomédico hay que aceptar, paliar y vivir con este dolor. ¿Y si en lugar de resignarnos, nos atrevemos a ir a la raíz —al nudo del antes y después—, y en el camino nos conectamos con el sentir, el pensar y el actuar; tal cual la historia del mago de Oz? Donde sus personajes: el espantapájaros, el hombre de hojalata y el león cobarde, buscan su cerebro, su corazón y su valentía. ¿Encontraron lo que buscaban? ¿Se permitieron interpelarse ellos mismos en su propia travesía?