Razones para escribir hay muchas.
A veces son palabras que surgen y persiguen, roen y martillan el cerebro hasta que salen, hecha verso, a un trozo de papel.
A veces, sentimientos que emergen, atropellándose entre sí, buscando algo de sentido, quizás solo el reposo en la quietud de una hoja en blanco.
También ese afán de dejar huella, de inquietar a otros con tanta frase desquiciada, intentando hallar complicidad entre universos.
Algo de eso habrá en estos versos, honestos, indiscretos, imperfectos. Esbozados y movidos por esa y otras razones.
Esa, que todos sabemos cual es, la que nos deja sin opciones.
Francisco Torres –
Libro muy recomendado, de agradable lectura y pensamientos del día a día.