Kurt, empleado de una gran compañía alemana, es enviado a Chile a abrir una nueva sucursal. Así llega en 1939, coincidentemente con el comienzo de la segunda guerra mundial. Por esta causa, es despedido de la empresa. Pronto busca un lugar donde reunirse con sus congéneres e inicia varias amistades.
Así es como conoce a Ángeles, se enamoran y contraen matrimonio en 1945, él con 36 y ella con 31 años. Con los años, Kurt logra independizarse e instala su propia fábrica de bisagras; allí mismo viven, y no pasa mucho tiempo hasta que Ángeles se da cuenta que su marido lleva consigo un lamentable secreto, que marca desde el comienzo la pauta de una difícil y sufrida vida conyugal.
Llegan los hijos en un entorno difícil y doloroso. Es así como el fútbol se transforma en la vía de escape en la vida de los cuatro hijos de Ángeles y Kurt.
Ángeles, se transforma en el aliento de su manada, tratando siempre de conducir la vida de sus hijos dentro de una aparente y ficticia “normalidad”, buscando siempre la solución a todos los problemas, aún constituyéndose como la principal víctima de su marido, Kurt.
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